fuente: alcalorpolitico.com

Una verdadera tragedia estuvo a punto de suceder este jueves por la tarde en la cabecera municipal de Santiago Tuxtla, ya que en la segunda marcha organizada por el alcalde panista Raúl Sosa y ante la impotencia de resolver conforme a la ley el conflicto, caldeó tánto los ánimos a través de un megáfono y contra los trabajadores huelguistas del Ayuntamiento, que se llegó al enfrentamiento verbal y físico, afortunadamente los huelguistas conscientes de que la ley les asiste, se abstuvieron de contestar la agresión.

Los trabajadores sindicalizados de Santiago Tuxtla responsabilizan al presidente municipal, Raúl Sosa González de la agresión de hoy y de las que pudieran ser objeto, ya que el Alcalde panista arengó desde su casa a sus seguidores a desalojar cuerpo a cuerpo a los trabajadores del Ayuntamiento, mismos que se encuentran en huelga desde el pasado 5 de abril con el fin de que les haga efectivo un incremento salarial que les fue otorgado desde el año pasado y que sean instalados 34 de sus compañeros que fueron corridos injustificadamente.

Desde el miércoles el alcalde del PAN, Raúl Sosa, utilizó los automóviles y camionetas del Ayuntamiento, habilitados previamente con bocinas, para incitar a sus seguidores, la mayoría también panistas de la cabecera municipal y gente humilde de las comunidades rurales, para que se manifestaran y fueran contra los trabajadores al Palacio Municipal con el objetivo de desalojarlos.

La huelga de los trabajadores municipales, encabezados por Yolanda Camacho, representante del Sindicato de trabajadores y Empleados del Estado de Veracruz, estalló el pasado 5 de abril y sólo después de que el Alcalde se negara reiteradamente a entrar en pláticas y negociar el pliego petitorio, por lo que se vieron en la necesidad de poner las banderas rojinegras para que estallara la huelga, una huelga que ni los mismos empleados querían hacer, pero al negarse el Alcalde a hacerles efectivo un incremento salarial autorizado desde el año pasado por el Congreso del Estado, no tuvieron otra alternativa.

El presidente municipal panista en lugar de resolver las demandas de los trabajadores les ha dado ultimátum reiterados, el primero fue miércoles 11 de mayo y para presionar organizó una manifestación con sus adeptos pero como no pudieron desalojar a los trabajadores convocó nuevamente al día siguiente, hoy jueves, y hoy jueves después de que estuvo a punto de correr la sangre, los manifestantes panistas se replegaron a la casa de Raúl Sosa y ahí, en compañía de la síndica única Mirna Triana Barajas, invitó a sus seguidores a concentrarse este viernes 13 de mayo en el Congreso del Estado para exigir a los diputados el desalojo del Palacio Municipal, en lugar de resolver las demandas de los trabajadores conforme a la ley, pero justamente los diputados locales fueron quienes otorgaron un incremento al presupuesto anual del Ayuntamiento de Santiago Tuxtla, contemplando el incremento salarial.

Entre las principales demandas se encuentra la reubicación de los 34 trabajadores corridos por el alcalde Raúl Sosa cuando tomó posesión, además de que se niega a reconocerles el 12 por ciento pactado en las condiciones generales de trabajo, al argumentar que eso no lo aprobó él sino “el alcalde que se fue y los diputados, no yo” dice haciendo pública su ignorancia laboral y del ejercicio público.

El edil al que todo el pueblo identifica como alguien que defiende solo sus propios intereses ya que trae consigo a un centenar de personas procedentes del Distrito Federal a los que paga sueldos estratosféricos, hotel, viáticos y sueldos estratosféricos y para ello quiere que sea la ciudadanía quien haga justicia, golpee y agrega a los empleados que solo defienden lo que por derecho les corresponde.

La dirigente sindical, Yolanda Camacho, dijo finalmente que pondrán la denuncia ante el ministerio público acusando directamente al alcalde de los hechos violentos suscitados en el transcurso de la marcha organizada por el mismo edil y en donde resultaron heridos algunas mujeres y hombres de edad avanzada, pretendiendo que con estos hechos el Tribunal en materia laboral resuelva cuanto antes este problema laboral que el alcalde no puede ni quiere resolver.